Grecia es un país bellísimo y lleno de constrastes , por eso siempre nos quedamos con una extraña sensación que parece emoción y decepción al mismo tiempo.
Escribe hoy El País " Aterrizar en Atenas siempre provoca sensaciones encontradas. Por un lado, el caos actual y la anarquía urbanística de la ciudad contrastan con reconfortantes encuentros y vestigios de tiempos mejores. La Acrópolis es sin duda el lugar al que peregrinar y agradecer eternamente a Fideas y Pericles la materialización de una maravilla así."
Una sintesis perfecta. Atenas es una ciudad donde la crisis del 2008 ha pegado fuerte, se nota en cada rincón. Bellísimos edificios abandonados, en ruinas, ocupados por pobre gente que no encuentra un hogar mejor se alternan a construcciones modernas y tristes. Más que una ciudad, es una gigante masa de casas blancas, muchas de las cuales bastante fea por decir la verdad, que se comen las colinas y el mar.
Pero se le perdona todo porque alcanza con levantar un poco la vista y ver ahí en las alturas la Acrópolis, una maravilla que te deja sin aliento. Parece imposible que exista tanta belleza, y que el hombre la haya construida.
Es hermoso poder visitar el sitio arquelógico al aterdecer, cuando la ciudad, a tus pies, se tiñe de rojo y amarillo y parece acariciarte el corazón.
" Vale la pena saborear la ocasión de sentir como en ningún otro lugar el peso de la historia y recrearse en los rituales previos a la escalada a la Acrópolis. Un emplazamiento mágico, donde incluso con las hordas de cruceristas que acechan el lugar es posible abstraerse y disfrutar de la energía y simbolismos de nuestra vieja Europa."
Una vez saludado el Partenón no queda que visitar el Barrio que se encuentra a su pies: La Plaka es una zona muy pintoresca,abocada al turismo, donde se puede comer y comprar unos recuerdos para los que se han quedado a casa. También hay que visitar los mercados que son lugares interesantes para calibrar el pulso de la ciudad; una frenética actividad entre carnes, pescados, especias y frutas te va a llenar los ojos y los pulmones.
Pero Grecia es mucho más que Atenas: las islas y el Peloponeso son lugares maravillosos, donde descubrir pequeñas playas secretas, capillas ortodoxas y pueblos costeros habitados por pescadores.
Próxima salida: Creta!! Stay tuned
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